Semblanza del Ing. Honorio Añón Suárez

105 años de una vida de ejemplo de señor, de profesional y de caballerosidad. Es muy difícil poner en pocas palabras el derrotero de un señor profesional que vivió intensamente y dio ejemplos necesarios de seguir y difícil de alcanzar.

El 19 de mayo de 1915 nació en La Plata (Provincia de Buenos Aires) quien sería el mayor de cuatro hermanos.

Ya adolescente ingresó a la Facultad de Física- Matemática de la Universidad Nacional de La Plata donde se recibió de Ingeniero Civil y donde durante años presidió el centro de estudiantes de esa casa de estudios.

A partir de de aquel momento se dedicó a diferentes aspectos de su profesión sobresaliendo todo lo relacionado con la docencia; fue titular del Departamento de Arquitectura de la Facultad de Ingeniería al final de la década del ́50, decano de la Facultad de Arquitectura de la UNLP durante más de dos décadas, participó de la fundación de la Universidad Nacional de Comahue de la cual posteriormente fue rector y vicerrector de la Universidad Atlántica Argentina, fueron sólo algunos de los altos cargos que alcanzó durante su carrera docente. Estos cargos no le impidieron simultáneamente hacer docencia en numerosos cursos y hoy son muchos los de las generaciones que le siguieron que lo recuerdan con respecto y alegría.


En el año 1945 juntos a un reducido grupo de otros profesionales y en representación del LEMIT fundaron la Comisión Permanente del Asfalto, institución que en el presente año, 2020; cumple sus primeros 75 años de existencia. Desde aquel momento siempre participó en la CPA ocupando diferentes cargos. Durante muchos años fue Director del Boletín “El Asfalto”, órgano de difusión de la CPA.

Ya casado con Ledia Julia Guedes, con quien tuvo cinco hijos, vivieron muchos años en su ciudad natal hasta que en el año 1980 decidieron, ya jubilado, instalarse en la localidad de Pinamar (Provincia de Buenos Aires); este alejamiento no le impidió seguir desarrollando su profesión, la participación en diferentes actividades y su carrera docente. Quienes lo conocimos recordamos con cariño su intenciones y pruebas para encontrar un método de estabilización de la calles de arena de aquella localidad o ejerciendo a la distancia la dirección del Boletín “El Asfalto”.

Al cumplir 100 años fueron muchos, instituciones y personas que le rindieron homenaje no por su longevidad sino por las muchas virtudes que lo caracterizaron. Aficionado a la fotografía, su nieta política Andrea Chiesa heredó ese gusto y es la autora de la fotografía que acompaña a esta incompleta semblanza.

Familiarmente dejó el legado de 5 hijos, 17 nietos y 18 bisnietos, los cuales sin lugar a duda lo recordarán para siempre con el mayor de los cariños.

Honorio Añón Suárez nos ha dejado físicamente mas no en nuestros corazones y los que lo conocimos, no obstante el hondo pesar por su muerte, lo seguiremos recordando por siempre.

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